¿Por qué Costa?




Suena el timbre, corres.
Mares de gente, torniquetes y listas infinitas de nombres. Piensas “¿en qué salón me habrá tocado?”,
llegó el día de adivinar en dónde está escrito tu nombre; ¿será que tendrás la suerte de leerte en la
primera hoja o tendrás que pasar por la vergonzosa desventura de llegar tarde el primer día de clases
por no lograr hallar aquellas letras que por el momento son las únicas que te definen?
Te encuentras, corres.
El ambiente es silencioso, recorres todo con la mirada para encontrarte a otras cuarenta y cinco
miradas haciendo lo mismo. Entra el que parece ser el maestro, se presenta. Dice ser tu titular.
Pasa el día, el ambiente cada vez es menos tenso en el salón. Todo se vuelve más ameno, más agradable.
Llegas a casa, sonríes.

Ése día poco imaginaba que iba a ser tan especial; que algún día lo recordaría con tanto cariño como lo
hago ahora, a cuatro meses de que ésta aventura llamada Costa por fin concluya.
Con el paso del tiempo te das cuenta de que el Costa no es sólo una escuela, sino un sentimiento.
Y ya sé, suena a cliché, pero estoy segura de quien esté o haya estado aquí, estará más que de acuerdo.
Pero, ¿qué es lo que lo hace especial? ¿Por qué Costa?
Me han preguntado lo mismo un par de cientos de veces durante el tiempo que he estado aquí, mi respuesta
siempre es “¿por qué no?”
Verás, cuando te admiten, no solo te conviertes en otro estudiante más, sino que eres parte de algo más grande;
te conviertes en parte de una gran comunidad en la que generaciones pasadas, experiencias y años de conocimiento
académico se unen para hacerte sentir como en casa, para hacerte parte de la familia.
El Costa entonces se vuelve tu casa, se vuelve parte de tu rutina, parte de ti; se mezcla silenciosa pero
totalmente en tu ser. Ríes, comes y vives desde y a través de los ojos de los conocimientos adquiridos en el colegio,
mientras que a su vez te va formando criterios, valores y comienzas ver lo esencial de la vida desde lo más pequeño
donde explotar tu potencial se vuelve sencillo.
Por eso y mil razones más, para mí el CCCR es la mejor decisión que he tomado; sin lugar a dudas,
lo que caracteriza al CCCR son sus cantos, compañía, cariño y responsabilidad.


Michelle Vázquez

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